Obra: Cuenca está en otra parte
Artista: Francisco Barsallo
País representado: Panamá
Francisco Barsallo es un joven fotógrafo cuya sensibilidad se decanta hacia terrenos íntimos y secretos, incluso cuando su lente apunta a exteriores urbanos. Sus usos poéticos, complejos y acertadísimos de la luz, sus espacios sugerentes, tanto abiertos como domésticos, y su capacidad para captar o crear narrativas truncadas y extrañas, son cualidades indiscutibles de su mejor trabajo. Su arte se compone de cierta belleza fortuita y de una mezcla de realismo crudo, precariedad cotidiana, enfoque cinematográfico, ficción y melodrama, misterio e intensidad. Todo cuenta, cada objeto brilla con una luz y un peso propios, distintivos, muy presentes, y que a la vez parecen evocar otra cosa, algún recuerdo inasible, una historia. Nada parece insignificante.
El artista fue invitado por el director de la Bienal a visitar Cuenca para crear sus fotografías. Barsallo aceptó, estuvo dos semanas recorriendo la ciudad, intimando con su gente, sus calles, entablando relaciones con jóvenes artistas e intelectuales, entrando en sus casas, empapándose de detalles, luces, colores, movimientos y sombras. El resultado es una selección de diez imágenes que capturan cualidades esquivas de un mundo fragmentado que en nada se parece a la típica Cuenca de las postales. Un mundo que pudiera estar en otra parte. De ahí, la vuelta de tuerca al título de la novela de Milan Kundera.
Y es que el trabajo de Barsallo indaga, celebra, y a menudo logra captar cierta sensibilidad que envuelve la realidad global contemporánea, revelándose aquí y allá, en determinado gesto o movimiento o lugar. Una sensibilidad que se aleja de toda pretensión esencialista o universal, de todo concepto fijo de belleza o fealdad, y se nos muestra a ratos fantasiosa, banal, inestable, turbadora, impostada, enajenada, triste y eufórica. Una sensibilidad inasible, que siempre nos acompaña y siempre está en otra parte.
Adrienne Samos
